martes, 11 de diciembre de 2012

Hola. Mucho gusto.

Hace falta la calidez de un bien querer, que por las noches te construya un hogar entre sus brazos, te sostenga, te coma las penas de tus ojos a besos y sople muy lejos con su aliento esos tus miedos que tanto te aterran las ganas, ponen de rodillas tus esperanzas; por las noches se acueste a tu lado y temblando tu cuerpo de dudas le supliques cuidar de ti, hacerte desaparecer, evaporarte lento, volver a sus ojos calmados, sinceros.
"Cierra la puerta."
"Nadie va a entrar."
"Cierra la puerta."
"Nadie va a entrar".
"Ciérrala."
"¿Por qué?"
"Ciérrala... Por favor."
Y aunque nadie en el mundo fuese a atravesar la puerta de aquella reducida habitación, se puso de pie, cerró la puerta y volvió con prisa a colocarse por un lado para reconstruir tiernamente la seguridad que con sus brazos podía regalarle a aquella frágil criatura.


Ten mis mejores besos,
el frío de mis manos nerviosas e inquietas.
Ten un presente que amarra
de mí una parte a tu cuello.
Ten una manga empapada con sales,
un hombro mojado.
Ten un buen viaje de vuelta a casa.

miércoles, 24 de octubre de 2012

Ontología de un breve enredo.



Tengo confianza en que eres tú el oído atento que necesito, el tono cálido que me hace falta, el silencio sabio que no poseo, que eres real.
Tengo esperanza en que estar perdido sólo es el medio para encontrarme, que la locura es la fuente más clara de libertad. 
Tengo miedo de evadir a la duda, porque si no me dejara abrazar por el caos no conocería jamás lo abrumador y maravilloso de crear. 
Tengo fe en la amabilidad de aquellos extraños que se atreven a desgarrar el egoísmo y se comparten a través de una mirada, una sonrisa.
Tengo la infinidad de un deseo que no es promesa, porque esas son como el mañana que se posterga cada noche y jamás llega.
Tengo la certeza de no ser finita sino eterna, constante, porque me lo has dicho tú, porque en ti algo se conmueve y existes.
Y existo.

viernes, 5 de octubre de 2012

No todas las ausencias son sufribles.

No entiendo qué pasa. Todo parecía ir muy bien, tanto que se sentía extraño, me sentía fuera de mí.
Y no sé por qué has venido a dolerme esta noche, disfrazado de notas musicales, de filosas melodías. Eres una voz ahogada que ya no sé reconocer.
Supongo que me has pasado ya a otro plano menos importante en tu vida, que ya no soy parte de tu dibujada monotonía.
¿Cómo va todo? Imagino que has de estar ocupado en muchos proyectos nuevos y seguro tienes más tiempo para ocuparte de ti mismo.
El tiempo se me ha pasado muy lento; un mes se volvió eterno. ¿Has dejado de extrañar mi compañía? ¿Te has dado cuenta de mi ausencia? ¿Dejarme ir, lo has hecho ya?
Tendrías que haberlo notado; que existen personas dispensables, que hay nombres que se borran con el tiempo, que las caricias son finitas y de tantos recuerdos perdidos no se rescata nada importante.

viernes, 20 de julio de 2012

Sin título; parte uno.

No se dispuso a voltear la mirada, ni siquiera concibió la posibilidad de dirigirle un adiós. Era un cielo de medio día, similar al de su más fresco ayer hace unas casi veinticuatro horas atrás. En ese ayer todavía el tiempo flotaba con la misma gravidez que se había permitido hacerlo los últimos quince años, eso hasta el momento de la intrusión. Fue entonces cuando la cómoda rutina resonó temporalmente con un crac inesperado:

En el intercambio de segundos portagonizado por la mañana y la tarde, el sol se sentía con ánimos de estar ausente, escondido entre las nubes lúcidas. Desde la ventana miró al automóvil asomarse por el desdibujado horizonte, que no distinguía entre los matices del cielo y los colores del suelo, que hasta parecían ser uno mismo.

Ya había advertido la visita como para darse tiempo suficiente de respirar el aire matutino de la casa, tomar una taza de café y sacudirse el sueño, después de arrancarse de la piel las sábanas arrugadas.

No hacía poco más de media hora desde que sostuvo esa breve conversación telefónica con una voz desconocida, aunque en ese instante su sonido le resultó familiar y no tan extraño. Un escaso intercambio de palabras que, más bien, en su ida eran la mayoría monosílabas.

Un camino de huellas sobre la nieve se construía a pasos lentos en dirección a la puerta; Antonio no tardó en acercarse a abrir y dejarle entrar a la casa. Entre los dos, sólo un mal intento de mirarse a los ojos fue lo que sucedió antes de que él cerrara la puerta tras de ella y la invitase a pasar a la sala junto a la fogata hecha de leños secos. Ella atravesó parte de la habitación con un ritmo cuidadoso y tomó lugar junto al fuego antes de permitirse hablar con Antonio.

Una mujer alta y grácil. Sus ojos parecían profundos, sobrios como su apariencia en general. Un castaño liso le brotaba mesuradamente de la raíz de su cabeza, se prolongaba hasta la delgadez de sus puntas onduladas sutilmente desordenadas que le cubrían media espalda. Su piel apiñonada; toda ella parecía despertar algo en Antonio, un pensamiento integrante, que aún no parecía entendible para él. Por esa misma razón lo dejó pasar como un asunto irrelevante en brevedad.

Otra vez esa voz no tan extraña, que al principio conoció por la bocina del teléfono, llenó por segundos los oídos de Antonio, cuando ella se dedicó a hablar. Sus labios durazno encuadraban las palabras que con calma pronunciaba, con la finalidad de explicarle a Antonio lo acontecido recientemente. Y esa corazonada que se disfrazó de intrascendente unos minutos atrás, retornó a Antonio una vez más; una palabra se deletreaba sobre los renglones borrosos de sus recuerdos empolvados, lanzados a un cajón de objetos perdidos, esos que ya nadie intenta siquiera recuperar. Así, a la par de lo que prometían los labios de la mujer, un nombre enterrado en el olvido apareció en la mente de Antonio y en la voz de ella: Elena.

martes, 17 de julio de 2012

What am I, darling?

I die when she comes around
To take you home
I'm too shy
I should have kissed you when we were alone

Eres esa semana transformada en sonrisa que podría llevarme a la tumba y jamás contar el secreto. Tantos secretos.
Y eres de esos amores extraños, únicos, que sólo suceden una vez en la vida. Con qué facilidad te me escurres de las manos, te me fuiste despacio entre los dedos, ni siquiera intenté retenerte. No has sido mío, no lo serás.

Toda tu piel escurría el sabor de un placer impermanente y aún así no me sabes a culpabilidad.
La sangre de tus labios, las marcas en tu cuello, la sensación fascinante que me provocó el momento en que declaraste jamás haberlo hecho antes, que yo fui ésa tu primera vez, con esos besos y entre el calor de las sábanas, mis sábanas.
Te tuve entre mis piernas y fue tuyo mi fetiche con las orejas izquierdas.
No hubo momento en que nos cansáramos de estar así, presos de un momento.

Debo admitir que más me enamoré de tu forma tan madura de entender lo que pasaba, de poder reír, de mantener una conversación ahí mismo en la cama, de regresar a la realidad y atreverte a besarme en lo público de una plaza, a espaldas de otros, acariciar mi rodilla bajo la mesa de un bar y volver a besarme.
De platicar abiertamente conmigo, permitirte pensar en ella, escucharme hablar de él. Qué lío, querido.
Tener la consciencia tranquila después de tanto, decirme que te gusto, que no pasará nada entre nosotros.

Fue nuestra esa ciudad junto con el camino de regreso a casa. Y lo que pasó ahí, se queda ahí. ¿No es así? Se queda en lo húmedo de mi memoria, se quedó en los tatuajes que te pinté sobre tus hombros.

What am I, darling?
A whisper in your ear?
A piece of your cake?
What am I, darling?
The girl you can fear?
Or your biggest mistake?

domingo, 15 de julio de 2012

Desaventuranzas.

Esperando que nos baste media botella, te beso en la frente y me lanzo al vacío de tu boca.

Necesito de tus brazos, del calor de tu piel, sentir que alguno de los dos aún respira y vive por el otro.
Mientras retoco la sonrisa fingida, me humedezco los labios y te hago pensar que todo va bien, que estamos bien.
Siento mis piernas ansiosas, ya no tengo un lugar seguro a donde correr. Mis paredes filtrando tu aroma, ya no es la misma casa que me vio llegar deseosa, anhelando ser feliz. Sin embargo, es la misma casa que me permitía derrumbarme en el sofá de la sala, en lo oscuro de mi habitación. La misma que me ha visto llorar varias noches, que me sostendrá en el futuro. 
Me cansé del murmurar de esta ciudad, de las voces, del ruido en la madrugada.

Tengo miedo y no lo sabes. No lo sabrás. No te diré.
Me estoy ahogando en mi silencio y en las emociones tan bajas que me nublan la razón.

Es tu rostro cual fotografía olvidada, con las esquinas quemadas en un falso intento de borrarte.
Fuiste mi más dulce infierno, aún lo eres.
No sabes cuánto deseo que no lo seas más en un futuro.

viernes, 15 de junio de 2012

Te respondo luego.

Y aún no te he dicho que sí porque odio lo frágil de las promesas. No es que no crea que tus intenciones de tomarme como la única, tu compañera, tuya y de nadie más, sean parte del juego. Es que lo que podría tornarse en herida sería mi respuesta, por este momento.
Y procuro no imaginar a nuestros hijos porque me dolería nunca conocerlos. Pero estaría mintiendo si dijera que no he imaginado esa mañana despertando a tu lado, sacudiéndome el sueño por volverte realidad.
No me aferro a tu mano porque estoy consciente de mis ganas de correr. ¿Podrías tú correr a mi lado, sin sujetarme ni detenerme, correr a ningún lugar y descansar a momentos? No contestes, yo sé que sí.
Soy yo quien tiene miedo de no saber cómo quedarme. Y no quiero inventarme un castillo para que en la espuma se disuelva la arena.
Estoy intentando evitarte la molestia de no creer en mis palabras, a veces se me escapan algunas de más que tienen validez ahora, pero no sé qué pasará después. ¿Lo sabes tú?
Confía en ti y en lo que sientes, amor. Sólo así tendré algo real de lo cual fiarme. Así la distancia dejará de ser un monstruo temible e hiriente, pues para tus motivos no interesa asegurarme en un presente sino saberme contigo en algún futuro.


(Click a la fotografía superior para escuchar/ver el video de Til Kingdom Come - Coldplay)

domingo, 27 de mayo de 2012

True love waits.

Si me caso con él o no, pero estamos juntos en algún momento, le voy a cantar esa canción y le lloraré los segundos ansiados, le besaré las dudas empolvadas y le voy a arrancar del cuerpo las distancias vacías. Sabrá que sólo estaba matando al tiempo y que nunca me fui.


Click en la fotografía para escuchar la canción True Love Waits (Radiohead)

I'm not living, I'm just killing time.

sábado, 12 de mayo de 2012

No espero que entiendas.

No te voy a usar para cumplir mis caprichos.
No te voy a buscar por mis deseos egoístas.

Te extraño.

¿Y por qué no puede llegar alguien más que te tenga cerca, que sí pueda abrazarte y quererte como lo mereces, ahí, en tu lugar, alguien a quien tú también puedas querer?
¿Por qué no puedo ser yo?

Son sólo ideas dispersas, porque no tengo nada en concreto para decirte.

No planeaba llorar esta noche.
No puedo dormir, quiero escucharte cantarme algo e imaginar que podemos tocarnos los labios.

viernes, 11 de mayo de 2012

No me hablen de olvido, mejor hablen de las imposibilidades.

Se me escapa la vida en un gran suspiro vestido de irremediables fantasías que se evaporan desde los poros de mi piel cuando veo tus ojos.
Qué ojos y qué voz tan suave, qué brillo me ha dejado sin suelo, pues pierdo lo sensato y la cordura si te acercas y me hablas.
Sentirme conmovida por descubrirme en pleno arrebato de mis emociones y saber que no sabes cómo me vuelvo plasma en tu presencia.
Ni siquiera recuerdo besar tu mejilla al saludarte, qué tonta por dejarme consumir por la ansiedad de escuchar tus pasos acercándose.
Tu mirada fija en mí, sentí el peso acariciando mis pestañas. De tu rostro, la cercanía de tus labios que pronunciaron mi nombre como adiós. Y unos violines tristes tejieron las notas más decadentes que nos llevaron a sublimarnos y ser sólo aire.

Te voy a escribir un cuento y espero me leas enamorándome entre líneas.

martes, 1 de mayo de 2012

Estoy pidiendo que seas tú el que se atreva a caminar a mi lado.

Es la espera de ti lo que me mantiene ansiosa de extender los brazos y creer que la luz de una mañana próxima a nacer puede caber en la palma de mi mano.
He sentido el calor de la tarde pronunciando constante tu nombre; no eres mucho más que un simple extraño.
Entiende que estoy arriesgando mi intimidad contigo, mis ganas de volver a caminar un sendero que me queda grande si lo recorro sola.
Bailemos, el destino no es más que un niño con ganas de jugar a cupido con nosotros. O si lo prefieres, un severo juez jugando a semidios tirando los dados para probar nuestras suertes. Pero sea lo que sea, intentemos dar un salto y a ver si así quedamos más juntitos el uno del otro.
Vayamos a caminar las calles para que te robes mi mano, una que otra sonrisa tímida, para que te robes unas cuantas miradas de niña, un ligero rubor en mis mejillas.
Hay que invertir nuestras monedas en golosinas que sólo nos distraigan de vez en cuando y mutuamente de nuestros labios, aunque sea para poder respirar. Gástate el sabor de mis besos, sin reservas.


viernes, 27 de abril de 2012

Now Comes The Night.

I've been thinking how absurd this can be.

Write to you with a pen.
Love you at this time.
Wait for you no matter the distance.

And I remember your tears, my love.
I can hear your voice melted, walking into my ears, moving down to my heart.
And I cry just a little inside, I cry.

I don't want to feel the sound of my crawling shouts, all over the fragile skin of a memory that has not been...yet?


Rob Thomas

When the hour is upon us
And our beauty surely gone
No, you will not be forgotten
No, you will not be alone
No, you will not be alone

And when the day has all but ended
And our echo starts to fade
No, you will not stand alone then
And we will not be afraid
No, we will not be afraid

When the fog has finally lifted
From my cold and tired brow
No, I will not leave you crying
No, I will not let you down
No, I will not let you down
No, I will not let you down

Now comes the night
Feel it fading away
And the soul underneath
Is it all that remains?

So just slide over here
Leave your fear in the fray
Let us hold to each other
Till the end of our days

miércoles, 25 de abril de 2012

Learning to give up on you.

Kinda nice to see her smile.

—Kinda nice to know you're fine.

domingo, 22 de abril de 2012

Te guardo una sonrisa sincera...para después.

El "nos" se ha perdido para ser sólo "otros".
Así que no te extrañes de lo insípido de nuestras charlas tan breves.

Me verás intentando aparentar que todo está bien, que nada ha cambiado.
Vestida de apariencias distintas, bailando con una máscara para que no mires más mi rostro.

Porque si un día te apareces mientras yo esté llorando y  te atreves a preguntar en tu ignorancia un ¿cómo te va?, te diré que me va bien.

Igual y no te mereces esta indiferencia.
Igual y no me importa si estoy siendo injusta.

Es que te siento diferente desde ese momento.
Ya no puedo leerte con la misma ternura que alguna vez me evocaste.

Y me duele saber que escuchas mis canciones pensando en ella.

martes, 17 de abril de 2012

Lo de abajo es sólo una falsa mentira. I didn't mean it.

A veces sólo hay cabida para la duda, aunque existan las ganas de creer.

Ya no sé nada, te digo.
No sé qué creer y tampoco sé si hago bien en no hacerlo.
¿Podría ser cierto, quizás?
Que no fue el tiempo, que no fuimos nosotros.
Y es que no sé si me hablas a mí cuando leo tus letras y me salta el corazón del pecho, no lo sé.
Porque tengo miedo y tengo ganas y no quiero nada por el deseo reprimido de tenerlo todo.
Y aún no entiendo qué es lo que revolotea dentro de mi estómago tan constante, casi incómodo, casi. Al pensar en tu voz, en lo sincera que siempre me ha parecido ésa tu sonrisa.
Tu manera tan extraña de buscar una charla, que no sé si es así sólo conmigo. La verdad es que lo dudo.
Pero se siente bien un simple saludo, una canción compartida y un texto que no llega rápido a tus dedos y que guarda celoso un pequeño fragmento de tus fantasías y realidades.
Yeah, I'm afraid of what you can say.
But I'll listen, my friend, I'll try to be brave.

sábado, 7 de abril de 2012

I believe in us.

Will you miss me when I'm gone?

Will you want me again?

You left my body in pain.
Were those your fingers playing me for a last time?

There will be times, I know, that I'll be looking for you.
Looking through me.

Was the last goodbye?
We're not the lovers we used to be.

martes, 3 de abril de 2012

Ahogada en un mar de desaventuranzas.

Me tiemblan los recuerdos pasados, lo reciente de nuestro presente. Pienso si realmente estoy lista para mirarte con estos mismos ojos, en este misma ciudad. De nuevo siento miedo, me derrumba tu recuerdo y mis rodillas no soportan el peso de la incertidumbre de lo que será mañana.

domingo, 18 de marzo de 2012

Esos hombres que nos llenan y nos pierden.


Después de todo, no son tan cucarachas ni bichos ponzoñosos. Así como nos orillan a las lágrimas, nos hacen florecer entre sonrisas.
¿Qué mejor que convinar su compañía con algún plan espontáneo?
Y es que estoy hablando de esos jueves en los que decides hablarle a aquel amigo que hace mucho tiempo no ves, que sorpresivamente se anima a visitarte, se queda horas en tu habitación charlando de nada en particular y terminas en su departamento comiendo pizza, jugando videojuegos y robándole espacio en su cama. Se levantan tempraño en la mañana del viernes, pero deciden seguir en su privado letargo y faltan ambos a sus clases para compartir un poco más de tiempo y sólo reír. Desayunan juntos, te lleva a casa y se va con la esperanza de verte el próximo fin de semana.
Y es que estoy hablando también de la tarde de ése mismo viernes en el que otro chico, hermano menor de un conocido, te ha invitado a hacer alguna cosa en algún lugar y tú has dicho que sí. Es por eso que llegas a tu habitación, después de haber estado con tu amigo. A penas te da tiempo de ducharte y arreglarte, esperando a que pase por ti y comience algo nuevo. Bien podría llamarse una cita.
Pasan la tarde sentados sobre un mantel blanco cerca de un lago lleno de patos, comiendo emparedados que él mismo preparó con anticipación, tomando té dulce y de postre te sorprende con un poco de pan untado con Nutella. Ríen, charlan sobre posturas humanistas, idealismo, existencialismo, discuten sobre política, hablan de música, del cine y se pierden mucho tiempo asombrados por la naturaleza que les rodea, por el viento, los árboles y las hormigas que atentas se encargaron de inaugurar su picnic.
Les llega la noche y sienten frío, se cubren con el mantel pues ninguno ha llevado abrigo. Tarareas un poco y le cantas un par de canciones. Juega un poco contigo, te rodea la cintura estando ambos acostados sobre el suelo. Un cielo nublado falto de estrellas. Él un poco resfriado y tú lo molestas haciendo voz de niña enferma que no puede hablar bien porque su nariz constipada se lo impide. Él ríe, se acerca con técnica y besa tu mejilla. Te comenta la loca idea de intentar ser algo más que sólo amigos. Te callas los impulsos, las palabras y todo. Le propones una idea más loca, la de conocerse un poco más. Maravillosamente pasan otra hora charlando de más cosas placenteras, sin mucho problema. Estar con él te regala la vista de tu primer atardecer en vivo. Te lleva a casa y se despide de ti con una mirada de enamorado.
Y es que verdaderamente les hablo de la noche de ese mismo viernes en que llegaste a tu habitación y aquel amor pasado, a sabiendas de tu nueva suerte, te tienta a repasar las huellas que los construyeron alguna vez. Y cedes gustosa. Sales en busca de él, llegas a su departamento y él ya con seis cervezas encima te saluda muy extrañado de todo, como si no entendiese que realmente estás ahí. Van a comprar algo de tomar, no precisamente leche con chocolate ni agua. En su departamento, el mismo desorden de siempre. Y como siempre, un poco de tu amor por él te impulsa a tender su cama, a ordenar su ropa.
Una película más, como acostumbraban hacerlo. Una botella tras otra y tú estás más consciente que aquel niño que ya ha empezado a quedarse dormido sobre tu vientre, que ya te abraza sin contemplaciones ni pena. Demasiadas risas. Lo demás, si bien excesos, los vuelve a ambos culpables.
La mañana del sábado, el amanecer de tu cuerpo y de tus ojos sobre un colchón que no es tu cama y no eres sólo tú. Tu costado invadido por quien ya ha invadido todo lo demás de ti. Se acomodan las indecencias, se sacuden las incomodidades. Salen a pasear las calles en busca de alimento y terminan por desayunar-comer tacos en un puesto bien conocido de la ciudad. Se dirigen a dar un breve paseo, juntos, ambos, solos, mientras se saben pertenecer un poco el uno al otro. Te atreves a tomarle del brazo, a recargarte en su hombro, él te jala hacia a él unas contadas veces. Unos últimos pasos hasta la esquina del centro de la ciudad y allí se despide de ti sin volver la vista atrás, pero tú tampoco lo haces. Sonríes y caminas de frente, sin pensar en nada más que lo que queda por delante. Unas horas más te compartes a ti misma, compras algo que te alegra el día. Te diriges a casa en el camión que se tarda una media hora más en llevarte por sólo seis pesos.
Y es que estoy hablando de ese mismo sábado por la noche en que llegaste de nuevo a tu habitación vacía, exhalaste el aire que no fue sólo tuyo, respiras el que te pertenece sólo a ti. Entonces el otro a quien amas y te ama de vuelta desde hace más de un año, pero no pueden estar juntos porque la distancia no los deja, te buscó toda la noche, porque en su interior sabía que estabas con quien te supo suya por varios meses y te abarcó de nuevo hace pocas horas. Te dijo que durmieras, porque sabía que estarías ocupada en otras cosas más divertidas, porque te quiere. Te dijo que te odia. Te pidió matrimonio. Te suplicó lo mataras. Se rindió aún con insomnio, porque en sus pensamientos te tenía atrapada. Y sabes que le amas, sabes que hay que hablar.
Después de charlar un rato sin preocupaciones, le pides permiso de amar a alguien más. No al sujeto con quien compartiste más de un par de besos aún frescos sobre tu piel, sobre tus labios. Un permiso para querer a ese chico que te hizo pasar un buen rato sentados en el pasto mirando a unos cuantos patos y tomando té. Te sientes escoria, pero sientes merecerlo. Y eso te hace sentir aún peor, pero sabes que estás mejor que nunca. Porque te dice que no sabe, que no es su decisión. Pero él sabe que sólo te quiere para él. Pero sabe que te ama y que si estar con alguien más te hará bien, entonces intentará soportarlo, hasta que pueda llegar a ti, abrazarte, llevarte lejos, con él. Y tú esperas que todo eso pase, que puedas querer a alguien más, que él nunca deje de estar, que el otro se vuelva en un vago recuerdo feliz, que quien no puede tenerte ahora algún día venga a buscarte, porque es con él con quien quieres estar.

domingo, 11 de marzo de 2012

Los relámpagos atravesaron los cielos.

¿Por qué seguir hablándole a la pared? Esa que se llama como tú y que tiene tu misma cara.
Ya fue pintada de blanco, ya nada queda sobre ella. Ni los huecos, ni los dibujos, ni las letras que compusimos juntos.
Estás aquí, pero no eres mío. Estás para mí, pero no por mí.
¿Qué si pudieras volver a quererme? ¿Lo harías una vez más?
Si ya no somos los mismos.
¿Por qué no te atreves a descubrirme completa?
Jamás terminamos de conquistarnos.
¿Qué si nos amamos de nuevo, a consciencia?
Si nos salvamos a medias y las mitades no son un entero, con entereza te digo que no tenemos nada más que perder.
Yo sigo aquí, sentada en la misma banqueta y bajo la lluvia que acaricia ligera mis mejillas saladas.
Me someto a lo que creo saber, me pierdo entre lo que pienso querer.
Creo que lo nuestro es pasado y que tú a mi lado no tienes futuro.
Creo que todo estará bien entre los dos.
Pienso que quiero saberte sincero y que regreses buscando más de mí.
Quiero otra oportunidad para crecer de tu mano.
¿Cómo saber si estos meses han sido suficientes para los dos?
¿En qué parte del cielo encontramos la respuesta?
¿Cuánto habremos caminado sin siquiera voltear a mirarnos, que todo lo nuestro ya no lo es?
Acompáñame una vez más, pues te extraño.
Mi costado está desnudo sin ti y me siento sola.

viernes, 9 de marzo de 2012

La calma después de la tempestad.

Los mares no se guardan lo bravo ni su fuerza se encadena al miedo.
Tu voz como un maremoto, tus manos frías como un abismo recurrente.
Lo estridente de tu aroma mezclado con el vapor de mi boca, ¿en qué océanos tan letales me encuentro sumergida?
Atrapada en el vórtice de un remolino.
Si he de varar en la costa de tu playa, déjame caminar a la orilla de ti, que mis pies se vistan de tu espuma marina, blanco suspiro.

miércoles, 7 de marzo de 2012

El amor de mi vida tan breve.

¿Qué es esto que me mata por dentro tan lento?
Aunque fuese pasajero, no dejo de aprenderte cada vez que te veo.
Aquí me tienes escribiéndole al aire, derrochando lamentos, inventándome nuevos sentidos porque no termino de abarcarte.
He intentado acostumbrarme a estar conmigo sin ti, pero aún no termino.
Concluimos algo juntos y tal parece que en mí hay otras cosas sin final escrito.
Sólo no te alejes, porque me perdería en el camino. Sólo no sueltes mi mano, aunque tu sendero ya no se dibuje junto al mío.

martes, 28 de febrero de 2012

Fuimos para ya no ser.

Que si nunca fui tu musa, sabes, ya no importa.
Tomaste mi mano y la llevaste a tu pecho, y del mío, hiciste lo que quisiste.
Un palpitar que se asfixió en lo húmedo de aquellos besos que no tenían tan claro si deseaban huir y morir antes de haber probado las mieles prohibidas de una piel que a gritos suplicaba reencontrarse con tus labios.
Nos doblegamos ante lo oscuro de la habitación tuya, nos desconectamos de razones, de miedos pasados. Porque ya no se respiraban los dolores de una despedida.
Somos aire y no suspiros exhalados.
Me dejé inundar por tus dudas, tan seductoras como la promesa escondida dentro de tu boca.
Hombre de espíritu vehemente, con tus silencios me mataste lento.
El frenesí sublimado cuando me conocieron tus dedos, ése que al tenerme entre tus brazos se evaporó despacio.
Nos colmamos las esquinas, todas ellas se desdoblaron al probarte el cuerpo todo que latía suplicando el final jamás escrito de una historia abandonada.

domingo, 26 de febrero de 2012

Desquebrajado mandamiento.

Mi alma dormida sobre océanos de pensamientos
se encarna, y me recuerda a tus ojos profundos y dolientes
que me hacen callar las heridas, entintarme la sangre.
Y te he visto desentendido del aire, sumergido en etéreos suspiros,
sonrojado y caliente de tus lamentos prohibidos.
Mientras hierves desde lo más blando de tus huesos.
Azotan tu frente las cavilaciones sinuosas,
de tu mano traviesa, mis miradas acuosas.
Y te he sentido, morir de miedo ante la duda, temblar,
sucumbir ante los impulsos que te cuesta pronunciar,
desvestirme y desgarrarme mientras me ignoras, mientras me quiebras.
Mis esperanzas que te son ajenas, las veo quemarse
en los silencios húmedos de mis labios, presos de tus manías,
llanas en alegrías, sentadas abandonadas.
Enervo el vacío que empañas tras tu presencia,
el recuerdo tardado de una voz que me acariciaba la piel sin erizarla,
de aquella cadera que me sujetaba las ganas.
Y ahora mi alma bosteza, cansada de llenarse de falsas imágenes,
deseos constantemente inundados que me orillan a procurarte,
a seducirte y encontrarte, separado junto a mí.
Es tan cierta tu ausencia, tan larga tu huida,
tan secos tus labios que se niegan a reconocerme.
Frágiles y perdidos, tan perturbados y confundidos,
me entregan de vez en cuando, un mórbido castigo pintado de tu olvido.
Escrito por Kalidoscopia y Aire.
Blog de Aire: Ni siquiera un poco - http://delospensamientosrotos.blogspot.com

viernes, 13 de enero de 2012

AGCM

Sorry I feel the fear all over my skin,
if I refuse to walk away the shadows.
Sorry I'm afraid to fall in love,
'cause it brakes me the possibility
of someone taking care of me.
Sorry if he still hurts me,
and if I make him so important;
here is still a tearing child crawling.

Falling pieces, broken mirrors
reflecting all the doubts.

Before you take me away,
I'm holding my knees shaking insane.
There's too much white above me,
blank pages, no sheets of torn papers.
You're inside shining so bright.
Don't you see I can't stand the lights?

Gaming you like a puppet,
it's no good way to keep a lover.
This is the mid time of no ending,
honey moon, you try to put me behind.
Meantime we're still playing
the meaning of dreaming out loud.
Sweet phantom lips, crying's no good,
we are just an artificial us, articial love.

I'm still holding tight the wasted ropes,
can't drop them to the emptiness.

Before you take me away,
I'm holding my knees shaking insane.
There's too much white above me,
blank pages, no sheets of torn papers.
You're inside shining so bright.
Don't you see I can't stand the lights?

An earthquake,
I tell you,
you're a shiver.

jueves, 12 de enero de 2012

No expectations about you.

No ser más que los restos de un pasado,
no existir más allá de las fronteras de llamarnos unos extraños,
y aún así coincidir.

domingo, 8 de enero de 2012

Las luces lo vuelven todo opaco.

¿Cómo ordenar las cosas que duelen dentro y sacar lo que es basura si no puedo desentenderme de este masoquismo que me enferma los sentimientos?

¿Cómo reafirmar la existencia de un yo falto de remordimientos por escupir sin culpa el veneno que tanto guardo en mis palabras, en mis suposiciones, en mis pensamientos?

Tantas puertas abiertas frente a mí y a mis costados, tantas manos extendidas, tantos nuevos caminos y fotografías aún sin revelarse; disfrutar en permanencia lo bello de una agonía pasada ya parece absurdo y redunda en lo bajo de la necedad mía.

¿A qué le tengo tanto miedo? Es la luz que podría dejarme ciega, porque ya caminé mucho tiempo entre sombras y no quiero perderme entre tanta claridad.

viernes, 6 de enero de 2012

Querida Señorita: le informo, éste es su momento.

Señorita Misterio: con sus cabellos castaños de sedosa fluidez, con su arte, con su música y sus creencias, y con sus raíces presuntuosas llenas de intriga; toda ella una tentación que destila aromas interesantes, resultando cautivadora para quien le percibe en la juventud de sus sentidos.

Señorita Presente: es su amor desbordado, su pasión incandescente; quema como el dolor mata viejos pasados y con venenoso tormento vuelve de la agonía ajena el romance nuevo, lo vuelve suyo.

Señorita Eternidad: los años se han vuelto un peso que llena de dicha su piel, el jardín de su cabeza se llena de verdor con cada experiencia; más viva que nunca se le nota, tanto en ella guardado y dispuesto a ser entregado para compartirse y ser guía.

Señorita Promesa: tan llena de todo, se sabe capaz de prometer y dar en abundancia a quien le ame, a quien le enseñe, a quien le haga compañía.

Señorita Tentación: trae consigo la muerte y la vida.

Señorita, yo he muerto. Señorita, sepa que usted está tan viva y él está tan lleno de usted.

Con ganas de morirme por dentro.

Sólo quiero decir que amo el genio musical y lírico de Leonel García.

miércoles, 4 de enero de 2012

Soy pasado.

Llegará el momento en el que le compartirás las mismas canciones que compartiste conmigo, sino es que ya lo has hecho. Esas canciones que fueron nuestras ya no serán, las cargarás de nuevos sentidos y lo harás junto a alguien que no tendrá mi aroma, ni mi sonrisa, ni mi ojos.

Pasarás tu música, el sonido a través de los auriculares; mi nombre no resonará al compás de las mismas melodías.
Aquello que sentías al escuchar esas canciones no será lo mismo.

Mi recuerdo ya no será, se habrá vaciado en el olvido.
Me he ido por la tangente de tu vida y no por gusto, pero por elección, aunque al final eso no interesa.

Dichoso tú que no te moldeaste a mí, ni adoptaste algunos de mis gustos. Será más fácil, entonces, borrarme de todo lo tuyo. Bien que en lo tuyo tal vez yo nunca estuve de lleno.
Sólo una fecha más se volverán los días en que celebrábamos el estar juntos, la existencia de un nosotros ahora extinto.
Un fin de semana perdido, uno más, el que pasamos abrazados en el sofá acostados, comiendo pizza barata y viendo un par de tus películas favoritas, y de nuevo, escuchando tu música.

¿Lo ves? Que todo lo mío era lo tuyo. No obstante lo que es tuyo jamás podría ser mío.
Qué tonta, qué entregada; que son sinónimos cuando nos quitamos de rodeos innecesarios.

Ámala bien, a ver si algo aprendido te llevaste de todo lo vivido conmigo. Aún si no hubieras querido, pasé. No obstante, me sigo preguntando quién le pasó a quién. Porque pasé, pero no sé si te pasé yo a ti o sólo tú a mí, ¿acaso sucedimos juntos, a la vez?

Vanalidades, ¿qué hay de fatalista en ellas, sino lo que yo sea capaz de inventarme al respecto?

Atesórala, desvívete por ella, si es que te sientes amado por igual.
Ay, de los besos que les llenen el alma, les colmen las esquinas de sus cuerpos que a escondidas vuelven un secreto; que no sufran el hambre de un mal amor.

Sucédele, en un suspiro, y no por fugaz sino por profundo. Sucedan juntos y existan, tomados de las manos, porque podría ser un puñado de amor o coincidencia el que sea compasivo y permisivo con su amor.