viernes, 5 de octubre de 2012

No todas las ausencias son sufribles.

No entiendo qué pasa. Todo parecía ir muy bien, tanto que se sentía extraño, me sentía fuera de mí.
Y no sé por qué has venido a dolerme esta noche, disfrazado de notas musicales, de filosas melodías. Eres una voz ahogada que ya no sé reconocer.
Supongo que me has pasado ya a otro plano menos importante en tu vida, que ya no soy parte de tu dibujada monotonía.
¿Cómo va todo? Imagino que has de estar ocupado en muchos proyectos nuevos y seguro tienes más tiempo para ocuparte de ti mismo.
El tiempo se me ha pasado muy lento; un mes se volvió eterno. ¿Has dejado de extrañar mi compañía? ¿Te has dado cuenta de mi ausencia? ¿Dejarme ir, lo has hecho ya?
Tendrías que haberlo notado; que existen personas dispensables, que hay nombres que se borran con el tiempo, que las caricias son finitas y de tantos recuerdos perdidos no se rescata nada importante.

No hay comentarios: