martes, 17 de julio de 2012

What am I, darling?

I die when she comes around
To take you home
I'm too shy
I should have kissed you when we were alone

Eres esa semana transformada en sonrisa que podría llevarme a la tumba y jamás contar el secreto. Tantos secretos.
Y eres de esos amores extraños, únicos, que sólo suceden una vez en la vida. Con qué facilidad te me escurres de las manos, te me fuiste despacio entre los dedos, ni siquiera intenté retenerte. No has sido mío, no lo serás.

Toda tu piel escurría el sabor de un placer impermanente y aún así no me sabes a culpabilidad.
La sangre de tus labios, las marcas en tu cuello, la sensación fascinante que me provocó el momento en que declaraste jamás haberlo hecho antes, que yo fui ésa tu primera vez, con esos besos y entre el calor de las sábanas, mis sábanas.
Te tuve entre mis piernas y fue tuyo mi fetiche con las orejas izquierdas.
No hubo momento en que nos cansáramos de estar así, presos de un momento.

Debo admitir que más me enamoré de tu forma tan madura de entender lo que pasaba, de poder reír, de mantener una conversación ahí mismo en la cama, de regresar a la realidad y atreverte a besarme en lo público de una plaza, a espaldas de otros, acariciar mi rodilla bajo la mesa de un bar y volver a besarme.
De platicar abiertamente conmigo, permitirte pensar en ella, escucharme hablar de él. Qué lío, querido.
Tener la consciencia tranquila después de tanto, decirme que te gusto, que no pasará nada entre nosotros.

Fue nuestra esa ciudad junto con el camino de regreso a casa. Y lo que pasó ahí, se queda ahí. ¿No es así? Se queda en lo húmedo de mi memoria, se quedó en los tatuajes que te pinté sobre tus hombros.

What am I, darling?
A whisper in your ear?
A piece of your cake?
What am I, darling?
The girl you can fear?
Or your biggest mistake?

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