domingo, 27 de mayo de 2012

True love waits.

Si me caso con él o no, pero estamos juntos en algún momento, le voy a cantar esa canción y le lloraré los segundos ansiados, le besaré las dudas empolvadas y le voy a arrancar del cuerpo las distancias vacías. Sabrá que sólo estaba matando al tiempo y que nunca me fui.


Click en la fotografía para escuchar la canción True Love Waits (Radiohead)

I'm not living, I'm just killing time.

sábado, 12 de mayo de 2012

No espero que entiendas.

No te voy a usar para cumplir mis caprichos.
No te voy a buscar por mis deseos egoístas.

Te extraño.

¿Y por qué no puede llegar alguien más que te tenga cerca, que sí pueda abrazarte y quererte como lo mereces, ahí, en tu lugar, alguien a quien tú también puedas querer?
¿Por qué no puedo ser yo?

Son sólo ideas dispersas, porque no tengo nada en concreto para decirte.

No planeaba llorar esta noche.
No puedo dormir, quiero escucharte cantarme algo e imaginar que podemos tocarnos los labios.

viernes, 11 de mayo de 2012

No me hablen de olvido, mejor hablen de las imposibilidades.

Se me escapa la vida en un gran suspiro vestido de irremediables fantasías que se evaporan desde los poros de mi piel cuando veo tus ojos.
Qué ojos y qué voz tan suave, qué brillo me ha dejado sin suelo, pues pierdo lo sensato y la cordura si te acercas y me hablas.
Sentirme conmovida por descubrirme en pleno arrebato de mis emociones y saber que no sabes cómo me vuelvo plasma en tu presencia.
Ni siquiera recuerdo besar tu mejilla al saludarte, qué tonta por dejarme consumir por la ansiedad de escuchar tus pasos acercándose.
Tu mirada fija en mí, sentí el peso acariciando mis pestañas. De tu rostro, la cercanía de tus labios que pronunciaron mi nombre como adiós. Y unos violines tristes tejieron las notas más decadentes que nos llevaron a sublimarnos y ser sólo aire.

Te voy a escribir un cuento y espero me leas enamorándome entre líneas.

martes, 1 de mayo de 2012

Estoy pidiendo que seas tú el que se atreva a caminar a mi lado.

Es la espera de ti lo que me mantiene ansiosa de extender los brazos y creer que la luz de una mañana próxima a nacer puede caber en la palma de mi mano.
He sentido el calor de la tarde pronunciando constante tu nombre; no eres mucho más que un simple extraño.
Entiende que estoy arriesgando mi intimidad contigo, mis ganas de volver a caminar un sendero que me queda grande si lo recorro sola.
Bailemos, el destino no es más que un niño con ganas de jugar a cupido con nosotros. O si lo prefieres, un severo juez jugando a semidios tirando los dados para probar nuestras suertes. Pero sea lo que sea, intentemos dar un salto y a ver si así quedamos más juntitos el uno del otro.
Vayamos a caminar las calles para que te robes mi mano, una que otra sonrisa tímida, para que te robes unas cuantas miradas de niña, un ligero rubor en mis mejillas.
Hay que invertir nuestras monedas en golosinas que sólo nos distraigan de vez en cuando y mutuamente de nuestros labios, aunque sea para poder respirar. Gástate el sabor de mis besos, sin reservas.