sábado, 22 de octubre de 2011

Stalkear mucho a una persona como método para que te deje de gustar.

El título de la entrada, pues...encontré esa frase en el TL de Twitter y creo que tiene muchísima razón -al menos aplicada a mi situación-.

La verdad es que podría decir que tengo mucho qué decir al respecto, pero por esta ocasión quizás me guarde las palabras. El tema es demasiado amargo como para prestarle importancia después de un fin de semana increíble, después de un jueves hermoso.

Sólo debo agradecer así a amigos tan buenos que en tan pocos meses han demostrado interés y cariño por mí, preocupación por mis problemas:

Gracias, M, por estar ahí para mí, recibirme en tu casa, salvarme del calor de la tarde y del sol, pensar en cómo secar mis lágrimas y lograrlo a través de compartirme uno de tus gustos personales. No tengo más palabras que puedan expresar lo mucho que te quiero.

Gracias, S, por dejarme estar en tu casa también, presentarme a tus amigos, alimentarme, dejarme dormir y siempre escucharme. Por dejarme entrar en tu mundo tan caótico y bello.

Gracias, C, porque aunque al principio no estaba muy segura, ahora sé que puedes ser alguien especial y de mucha ayuda en momentos de flaqueza. A tu manera tan directa, tan objetiva y analítica. Por tus consejos, tus abrazos, por caminar las calles de esta nueva ciudad conmigo.

Y gracias, H, V y D, por estar este domingo junto a mí. A ustedes que ya de hace años los conozco y continúan a mi lado.

Los quiero mucho.

1 comentario:

Дaниел dijo...

Me intriga todo lo que has escrito últimamente. No sé exactamente qué pensar pero si despierta algo en mi mente.