domingo, 2 de octubre de 2011

Masoquismo.

Tú tan enamorado de tu música y tu libertad. Sientes que me tienes ya ganada; tristemente piensas bien, pues aquí me tienes. Tristemente me siento cansada, aquí estoy parada frente al borde contemplando el abismo frente a mí sin tener la fuerza de saltar, esperando que vengas y sujetes mi mano para impedirlo. Tristemente quiero creer en algo que sé no sucederá.
Yo tan enamorada de los recuerdos y de ti, de tus defectos que terminan pareciéndome agradables o no tan desagradables. Aquí en la distancia que dejamos crecer, que me regalaste sin consultarme. Yo te sigo esperando, tan estúpida, tan débil, con los ojos abiertos y tan ciega.

¿Qué hago aquí bajo tu ventana abierta, sólo esperando que pienses en asomar el rostro, sólo esperando que me busques con la mirada perdida hasta encontrarme?

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