martes, 25 de octubre de 2011

Mandar el corazón a un rincón.

Duele tener que quedarme aquí inmóvil, porque me he perdido y por miedo a no saber a dónde podría llegar prefiero ya no caminar. Quiero dar pasos seguros, aunque nadie me lleve de la mano.

No sé qué sentir al notar que tu aroma ya no está, me hundo en las almohadas, en el muñeco de felpa que alguna vez te conservó, ése tu aroma, por meses. Pero ya no estás.

Me gustaría saber que no fui una más, que aún significo algo para ti, algo grande.
Que tú eres el primero, eres el primero al que dejé entrar así.

¿Qué fue lo que tomaste de mí?
No te pido que lo devuelvas, sea lo que sea, pero duele ese vacío. Por ahora habrá que ver con qué tapiar al corazón.

¿Y si me dejas amarte de cerca? Sin tocar tus labios, sin tomar tus manos, sin robar tus brazos...pero no me apartes, no me hagas a un lado, no te alejes, no te borres así como así. Podría llenar un mar con esta tristeza, podría ahogarme en ella.

Vuelve a mí, aunque sea en algo diferente, pero vuelve a mí.
Quiero regresar, no dejes que desaparezca, no permitas que deje de existir.

No hay comentarios: