sábado, 1 de octubre de 2011

Muchas cosas ya fueron, muchas más no serán.

Pasar la noche planeando cómo terminar esto, ensayar las palabras consciente de que no podré nunca repetirlas igual.
Aún no sé cuándo y lo peor es que él podría no tener ni idea.
No creo no llorar, pero creo que estaré mejor así.

Tengo miedo de flaquear y no hacerlo. De verle a los ojos y sentir miedo. De quebrarme y llorarle cuando no quiero y sí quiero que me vea así, frágil, necesitada de algo que podría no ser él y a la vez sí.

Y de alguna manera le siento como un niño incapaz de cuidarme y de hacerme sentir segura, de saber quererme, porque quizás sepa querer, pero su manera de hacerlo no me va.
No me llena.

Temo no hacerlo, vivir y quedarme en los recuerdos. Porque le dejé tomar de mí mucho, se lo di y eso hace aferrarme a él.
Pero eso ya fue, ¿qué hay del ahora?

Aquella ciudad fue linda, fue buena e hicimos muchas cosas juntos. Pero esta no, esta ciudad me ha lastimado, han sido lágrimas que no se han limitado a la noche.

Y me fallé a mí misma al dejarme quererle así, tanto, y al ser ciega y culparme, y al perdonarle sin olvidar.

1 comentario:

Aire dijo...

Te pareces tanto a mi.