viernes, 30 de septiembre de 2011

Prolongar las cosas cuando sabes que ya no queda más.

Qué estúpida al sentirme así y saber que tenía razón, que tu parecer no se entiende con el mío, que no has entendido ni un poco de lo que estos días he gritado tanto.
¿Que la distancia te permite valorar a los demás, piensas? Si necesitaste de la distancia para entender el valor de alguien, ¿entonces qué había antes de la distancia? Porque la distancia a mí me ha dolido, me ha lastimado y me ha quebrado toda. Pero no lo sabes ver.
¿Esperas que corra a tus brazos la próxima vez que nos veamos? ¿Imaginas acaso que mi alma se derrita al escuchar tu voz una vez más, que mi cuerpo no se resista ni un poco a tus abrazos?
Ha sido casi un mes de lágrimas, ¿qué ha sido de tu vida? A veces es como si ya no me interesara saberlo, pues de todas maneras es como si no estuvieras más.
¿Qué decirte de mis días? A veces no me preocupa que te enteres, que sepas de mí.

No pienso comunicarte mis lágrimas una vez más, ya no más.
No quiero entregarme aún más a ti, me desconoces. Me desconozco en tus ojos.
No necesito más caos en mis días, tampoco lo deseo en mis noches.
De mí ya no queda más, espero que alguien sepa ser distinta a como yo lo he sido.
Tú y yo no vamos más de la mano, igual ya no siento tu calor ni tu aroma.