lunes, 21 de marzo de 2011

Mientras escucho "Moonchild" by King Crimson.

¿Alguna vez has sentido "vacío"?
Este fin de semana ha sido tan...no sé, ahora lo siento distante -y eso que aún no acaba-. Además de que volví a sentir ese "vacío". Hace mucho tiempo que no lo sentía.

Haciendo una recapitulación de los últimos meses en mi vida:
Considerando el hecho de que nunca me he considerado bonita y no soy el tipo de chica que se ve asediada por un pelotón de muchachos en busca de algo más que amistad, tuve algo así como un romance cibernético que de una u otra forma me llevó a estar en donde estoy ahora. Y es que eso de las redes sociales, factor que ahora se puede contemplar como parte esencial de nuestra vida diaria, es honestamente peligroso. Pero ése no es el punto principal de lo que escribo, en realidad es sólo una pequeña parte. Escribo para hablar de mí, sin más.
Retomando lo del romance cibernético, su duración fue aproximadamente de unos tres meses, debo decir que fue bueno y agradable, doy gracias por haberle conocido; no me arrepiento de nada. La verdad detrás de todo es que mientras esta relación con éste lindo chico sucedía -y realmente todo iba muy bien-, un día charlaba (vía msn) con un amigo -al cual considero mi alma gemela por muchas razones que no acabaría de describir aquí y para lo cual se necesitarían muchas entradas del blog- cuando tocamos el tema de las relaciones amorosas y ese tipo de cosas, terminé externándole mi punto de vista respecto a lo que conciliábamos en la charla y al final me di cuenta de algo: yo no estaba siendo fiel a mí misma. Y es que mi concepto de "pareja" es simple o eso quiero pensar: la comunicación es uno de los primeros puntos que me han de interesar, si no puedo entablar una conversación con la persona ya lo veré perdido desde antes de intentarlo. Hablar de cosas interesantes, de cultura y hasta de estupideces incapaces de ser comprendidas. Sólo hablar y no necesitar nada más. No tengo la necesidad constante de recurrir a los besos o muestras de cariño físicas. No, no es que tenga un trauma con respecto a las muestras de afecto, no me aterran, sólo pienso que eso no es la base de una relación. En resumen y para no hacer el cuento más largo, yo busco en una pareja algo más que sólo eso. Bueno, quizás lo resumí pero no lo dejé tan claro, así que lo volveré a intentar: tiene más valor para mí una amistad bien fundamentada -sea cual sea el origen del fundamento- que una relación en vías del concepto actual manejado por las masas. (Así me desvío un poco del tema diciendo que no soy el tipo de persona que esperará rosas rojas en El Día de los Enamorados, mejor que se me sorprenda con una carta cerrada con lacre que diga algo sencillo como "Me gustas, ¿qué haremos el próximo fin de semana?" o algo parecido, sin importar el tiempo que lleve la relación. Digo, me causa horror el saber que la mayoría de las personas, cuando pasan del "Me gustas, ¿quieres ser mi novia?" se aferran al "Te quiero" o al "Te amo" y jamás vuelven a mencionar el simple y maravilloso "Me gustas". ¿Qué? ¿Ya no te gusta más la persona y por eso no lo mencionas de nuevo? Tan simple como recordarlo una vez cada dos mes -aunque la frecuencia dependerá de qué tanto necesita saber la otra persona que le quieres-. Yo pensaría al instante: "Sí, ya sé que te gusto...pero no me harás ningún mal al recordármelo." Y eso aplica a los que ya están en la etapa del matrimonio, cómo no, es igual de bonito. Y ya me dirán si no en los comentarios.) Sí, busco un amigo. Alguien con quien charlar, en quien confiar, con quien no sienta temor de hacer el ridículo y humillarme. Humillarse a uno mismo es bueno, hazlo en dosis pequeñas y serás feliz, en serio. Eso si no te dejas consumir por el orgullo.
Otro punto por el que doy mucha pelea y me parece básico para poder llevar una relación es el actuar como un espejo. Sí, congruencia y reciprocidad serían dos conceptos a manejar en este punto. Pero, ¿por qué menciono lo del espejo? Pues es que el amor no se debe medir, pero sí debe ser recíproco. Así como dices amar a alguien, ¿te amas de igual forma? En mi caso, él me hacía sentir bien, me decía que era bonita, inteligente, educada y muchas otras cosas. A veces uno debe escuchar de la boca de otros ciertas cosas para poder creerlo. Y a veces lo creemos con mayor facilidad si lo dice alguien que no forma parte de nuestro círculo de amistades o familia; qué curiosos somos los humanos. Pero bien, hay otros casos en los que sin importar cuántas veces te lo digan o quién te lo diga, no lo creerás, nunca. Entonces se entiende que existe una barrera que no te permite entender o ver lo que los demás sí pueden. Es que hablan de ti y uno siempre tendrá un concepto tan deformado de uno mismo, cada quien es un mundo y ni siquiera nosotros podemos entendernos. Pues bien, esa barrera eres tú. Sin importar la mucha o poca ayuda que recibas o te brinden, no habrá cambio alguno si tú no cedes un poco. Si en ti no existe el deseo de ser ayudado o cambiar, nada va a cambiar.


TEXTO INCONCLUSO

1 comentario:

Дaниел dijo...

Me gusto mucho este escrito tuyo. Mencionas algunas cosas que no había pensado antes, y que trataré de recordar. Pequeños detalles que realmente importan.