lunes, 8 de abril de 2013

Caminando contigo.

Estoy aprendiendo a abrazar lo absurdo de la vida, queriendo ser auténticamente ridícula.
Me encuentro intentando lanzarle mordidas al aire, intentando diluir los ladridos coléricos que sólo le suman peso a mi libertad, intentando no hacer caso de las palabras que duelen.

Voy a regalar sonrisas amables,
abrazos espontáneos,
a beber café en el centro,
a viajar a lugares que no haya visitado,
charlar con extraños en las plazas,
a comprar libros de autores poco conocidos,
escuchar canciones que no hayan sido aún compuestas,
a descomponer el tiempo, entre tus brazos,
a besar despacio, sin soltar tu mano,
y construir murallas que atraviesen mundos en silencio.

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