miércoles, 4 de enero de 2012

Soy pasado.

Llegará el momento en el que le compartirás las mismas canciones que compartiste conmigo, sino es que ya lo has hecho. Esas canciones que fueron nuestras ya no serán, las cargarás de nuevos sentidos y lo harás junto a alguien que no tendrá mi aroma, ni mi sonrisa, ni mi ojos.

Pasarás tu música, el sonido a través de los auriculares; mi nombre no resonará al compás de las mismas melodías.
Aquello que sentías al escuchar esas canciones no será lo mismo.

Mi recuerdo ya no será, se habrá vaciado en el olvido.
Me he ido por la tangente de tu vida y no por gusto, pero por elección, aunque al final eso no interesa.

Dichoso tú que no te moldeaste a mí, ni adoptaste algunos de mis gustos. Será más fácil, entonces, borrarme de todo lo tuyo. Bien que en lo tuyo tal vez yo nunca estuve de lleno.
Sólo una fecha más se volverán los días en que celebrábamos el estar juntos, la existencia de un nosotros ahora extinto.
Un fin de semana perdido, uno más, el que pasamos abrazados en el sofá acostados, comiendo pizza barata y viendo un par de tus películas favoritas, y de nuevo, escuchando tu música.

¿Lo ves? Que todo lo mío era lo tuyo. No obstante lo que es tuyo jamás podría ser mío.
Qué tonta, qué entregada; que son sinónimos cuando nos quitamos de rodeos innecesarios.

Ámala bien, a ver si algo aprendido te llevaste de todo lo vivido conmigo. Aún si no hubieras querido, pasé. No obstante, me sigo preguntando quién le pasó a quién. Porque pasé, pero no sé si te pasé yo a ti o sólo tú a mí, ¿acaso sucedimos juntos, a la vez?

Vanalidades, ¿qué hay de fatalista en ellas, sino lo que yo sea capaz de inventarme al respecto?

Atesórala, desvívete por ella, si es que te sientes amado por igual.
Ay, de los besos que les llenen el alma, les colmen las esquinas de sus cuerpos que a escondidas vuelven un secreto; que no sufran el hambre de un mal amor.

Sucédele, en un suspiro, y no por fugaz sino por profundo. Sucedan juntos y existan, tomados de las manos, porque podría ser un puñado de amor o coincidencia el que sea compasivo y permisivo con su amor.

1 comentario:

Aire dijo...

"Ay, de los besos que les llenen el alma, les colmen las esquinas de sus cuerpos que a escondidas vuelven un secreto; que no sufran el hambre de un mal amor.

Sucédele, en un suspiro, y no por fugaz sino por profundo. Sucedan juntos y existan, tomados de las manos, porque podría ser un puñado de amor o coincidencia el que sea compasivo y permisivo con su amor."

No hay suficientes letras para describir la lágrima que he derramado. Esto, es tan bello y tan triste a la vez, me haz hecho hundirme hasta lo más profundo que un corazón pueda tener, y darme cuenta de lo que se piensa y no lo que se dice, cuando uno realmente ama.

Estoy atónita.