lunes, 12 de octubre de 2009

La escasez del agua.

La problemática de la escasez del agua es un hecho que repercute con fuerza en las sociedades actuales. La cuestión está en que la postura que le corresponde al problema es de importancia meramente mundial. No es un dilema aislable para unas cuantas personas, comunidades o naciones; se trata de una preocupación global y que concierne a cada uno de los habitantes de este planeta.

La apreciable exigüidad de esta sustancia tan vital es, de manera simple, una visible invitación a la moderación del consumo que se hace por parte de la humanidad. Y es que sinceramente, considero que el problema principal de esta cuestión, no es la falta de cultura e información, sino la pérdida de esta; la cultura del agua.

Si retrocedemos años atrás, pero enfocándonos en lo que es nuestro territorio nacional, nos daremos cuenta que antes de la llegada de los españoles a estas tierras, la cultura era enteramente distinta a la que nos rige presentemente. Los habitantes originarios de estas tierras –patrimonio nuestro-, sabían convivir con la naturaleza y todo su entorno, mantenían en equilibrio la relación establecida entre animales, plantas y el hombre junto con la mujer. Mutuamente se respetaban y sólo tomaban lo necesario para su subsistencia; y eso no se presentó sólo aquí, pues todas las culturas del mundo comenzaron desde el mismo punto: en armonía con su alrededor. Ahora, el ser humano ha ido deformando esas costumbres, al grado de olvidar aquella cultura tan bella que permitía la coexistencia compensada por ambos lados. Estas actitudes humanas han ido causando la aparición de muchas razones que alteran de manera gradual a la estabilidad de los ecosistemas –afectando así, al entorno acuático-. La contaminación de manera general, la inconsciencia, la sobrepoblación –que por efecto genera demanda de recursos vitales-, así como la ignorancia en la que se ha llegado a vivir, provocan este desequilibrio ambiental.

Las personas de ahora están acostumbradas a tantos avances tecnológicos que han perdido esa comunicación con la naturaleza. A su vez, el hombre se ha vuelto egoísta y central, pues lo que importa es satisfacer las necesidades y todavía más de lo que se requiere; sólo para adquirir una calidad buena de vida y elevarse en los estratos de la sociedad.

Es así como pienso que si tenemos la capacidad de mejorar tantas cosas para favorecernos a nosotros mismos, debemos tener la intención de componer los daños que hemos causado, ya que al perjudicar el medio en qué vivimos, nos destruimos también a nosotros.

No se trata sólo de enfocarnos en el presente, sino que también debemos contemplar los posibles sucesos futuros que vendrán a su tiempo. Si no le ponemos un alto a todo esto, las consecuencias nos pondrán un alto a nosotros. La escasez de agua es una cuestión real y seria. En unos años, sería la causante de muertes en todo el mundo, de mala higiene, enfermedades, y de una forma inhumana generaría guerras entre naciones –tanto internas como externas- que buscarían el control del nuevo “oro azul” –denominado así, por los científicos contemporáneos; refiriéndose al agua-.

A estas alturas, no es útil el alertar a las poblaciones sobre el hecho que realmente estamos viviendo día con día. La situación amerita la toma de decisiones y formulación de planes para contrarrestar o tan siquiera disminuir el ritmo acelerado al que estamos llevando este dilema ambiental, pues aceptando la realidad, somos nosotros los causantes de este estado tan decadente.

3 comentarios:

Caballo navegante dijo...

La verdad es que te he descubierto por casualidad, a través conexiones blogiles que me han traído hacia ti... Y aunque te confiesas amante de las letras, no lates en muchas entradas, pero aún así.. siento que hay algo, algo por nacer aún, por emerger del fondo de tu ser que dará unos frutos sorprendentes. Déjalo nacer! y permíteme ser tu primera seguidora de un camino "de leyenda",que espero te orientes a seguir.

1 saludo! ;)

Kalidoscopia dijo...

¡Muchísimas gracias por el apoyo! [:

rmowak dijo...

sin pretender defender a españoles u otros (a estas alturas nuestros abuelos son todos los mismos...) algunas de las civilizaciones que por aquí vivían, sin duda más pegados a la naturaleza que nosotros urbanitas de asfalto y ladrillo (aunque tal vez por obligación, no se había inventado el auto ni el starbucks) también adolecían de algunas de nuestras carencias de sentido común. aunque no está demostrado, todo indica que los mayas se apagaron precisamente por la falta de agua, por la deforestación... y nosotros vamos por el mismo camino, sin mirar atrás, ni mucho más atrás (donde todo está escrito) ni tampoco adelante. y eso dicho, me apasiona la civilización y cultura maya, y no me cansaré de visitar sus centros.
last but not least, me uno a caballo navegante y te digo que ánimo, sigue escribiendo pues esas letras te llevarán muy lejos.
saludos!