Este fin de semana salí con unos amigos por el centro y terminamos en una librería donde había una pizarra y palabras imantadas con las que se podrían armar frases y fragmentos. Después de un rato, limitada por los conectores, adjetivos, verbos y sustantivos, esto resultó:
celoso de tomar a mi ridícula niña alborotada...
Un cuerpo idiotizado por tu olor
mientras el café es veneno desde mis sueños
muy de madrugada.
No hay comentarios:
Publicar un comentario